A veces, un encuentro fortuito puede cambiar tu perspectiva. Te hace detenerte, observar, reflexionar.

-Lo que nos fastidia todas las fiestas es tu esposa – declaró la madre a su hijo. -María Dolores

—¿Entiendes que me molesta que tengas dinero? —¿Que te molesta? —¡Sí! Valeria no contestó. Giró sobre

En la clínica, la nuera descubrió que su suegra se había mudado con ellos. Los jóvenes padres fueron

A veces, un encuentro fortuito puede cambiar la percepción del mundo. Hacer que nos detengamos, observemos

Cuando tenía apenas veintiséis años, pensé que mi vida ya estaba completa. Tenía a un hombre con el que

—¡Pero cómo has podido ser tan tonta, criatura! ¿Quién va a quererte ahora con un niño? ¡Y cómo piensas criarlo!

La nuera escondió una grabadora en casa de su suegra para escuchar su conversación Javier y Lucía llevaban

Los estafadores se frotaron las manos de alegría cuando les abrió una delgada anciana de noventa años.

— No sois compatibles, — le dijo Rita a su hermana. — Él es más joven y encaja mejor conmigo.
