«Mamá, avisa cuando vayan tus visitas, así me quedo en casa»

«Mamá, avísame cuando vengan Álvaro con Marina, ese día prefiero quedarme en casa con Lucía», me dijo mi hija. «¿Qué pasa? ¿Qué te ha hecho ella para que no la quieras?», le pregunté, porque ya me había fijado en que mi hija evitaba cruzarse con la mujer de su hermano. Esta situación me hizo pensar en lo que está pasando en nuestra familia y cómo actuar.

**Reuniones familiares y tensiones**
Tengo dos hijos adultos: mi hijo Álvaro y mi hija Sofía. Álvaro lleva tres años casado con Marina, aún no tienen hijos. Sofía vive sola con su hija Lucía, de siete años, y vienen a verme mucho. Vivo en un pueblo pequeño, en una casa con jardín, y para Lucía es como un paraíso: corre, juega y me ayuda a regar las flores. Álvaro y Marina también vienen, pero menos, porque viven en Madrid y tienen agendas muy apretadas.

Siempre he intentado juntar a la familia, sobre todo en las fiestas. Pero los últimos dos años me he dado cuenta de que Sofía esquiva los encuentros si sabe que vendrá Marina. Al principio pensé que era casualidad, pero luego me soltó: «Mamá, avísame cuando vengan, no quiero coincidir». Me sorprendió y le pregunté qué pasaba, pero Sofía se lo quitó de encima: «Nada, es que no me apetece». Pero soy su madre, y noto que algo ocurre.

**¿Qué pasa con Marina?**
Marina me parece una buena chica: educada, siempre ayuda en la cocina, trae regalos y pregunta por mi salud. Con Álvaro parecen una pareja feliz, él la adora. Pero he notado que con Sofía es un poco fría. Por ejemplo, en la última cena familiar, Marina casi no habló con ella, y cuando Lucía contaba algo, solo sonreía y callaba. Quizá sea una tontería, pero Sofía lo toma como desinterés.

He intentado hablar con Sofía, pero cambia de tema o se ríe. Una vez me soltó: «Mamá, es que es muy creída. Siempre actúa como si fuera mejor que nosotros, y Lucía y yo le molestamos». Me chocó, porque a mí Marina nunca me ha parecido así. Pero ¿y si soy yo la que no lo ve? Sofía siempre ha sido sensible, y desde que se divorció está más vulnerable.

**Hablando con mi hijo**
Decidí hablar con Álvaro para ver si había algún conflicto. Me dijo que Marina no tenía nada en contra de Sofía, que simplemente «no conectan». «Mamá, tú sabes que Sofía a veces se encierra en sus cosas», añadió. No estoy de acuerdo: Sofía es cariñosa y abierta, pero quizá con Marina no se siente cómoda.

Álvaro prometió hablar con Marina, pero no sé si servirá. Me da miedo que la distancia entre ellas crezca. Lucía, por ejemplo, adora a su tío Álvaro, pero a Marina la llama «la tía que casi no habla». Los niños notan más que nosotros.

**¿Cómo arreglarlo?**
Me duele ver que mis hijos no se llevan bien con sus seres queridos. Quiero que volvamos a reunirnos todos como antes, que Lucía crezca con una familia unida. Pero ¿cómo, si Sofía ni quiere estar en la misma habitación que Marina? ¿Hablar con las dos? ¿O dejarlas y que lo solucionen solas? Temo que si me meto, empeoraré las cosas.

Si has pasado por algo parecido, cuéntame cómo lo resolviste. ¿Cómo puedo ayudar a que mi hija y mi nuera se entiendan? ¿O será que me obsesiono con arreglarlo todo y debo aceptar que no van a ser cercanas? Necesito consejos, de verdad.

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