Hace 25 años, mi esposo se fue al extranjero y del estrés y la ansiedad me enfermé de cáncer.

La nuera ingrata — ¡Ya estás otra vez con la cara arrugada! — dijo con disgusto Victoria Fernández.

¿No quieres ayudar a tu hermana? Está pasando por un mal momento tras el divorcio, reprochó la madre
— ¿No quieres ayudar a tu hermana? Le cuesta mucho después del divorcio — reprendió la madre.

No estás sola, hija… — Martínez, ¿te traigo al bebé para que lo alimentes? — No, ya lo dije.

Hace mucho tiempo, en un pueblo junto al lago de la Luna, ocurrió esta historia. Quien me la contó es

– Lucía, ¿quién es esa mujer? – preguntó Álvaro en voz baja, evitando que los demás pasajeros del tren

**La factura de las vacaciones en la finca** A Lucía siempre le había parecido que esos conflictos entre

«¿Para qué quieres una casa, si ni siquiera llegarás al verano…?» — esas fueron las últimas palabras

Sofía no podía explicarlo, pero sentía que el alma de su madre había renacido en esa niña. En general

¿Por qué venir a visitarnos? ¡Ni siquiera los recuerdo! — ¡Hola, Marina! — ¡Hola! — respondió Marina
