Es interesante
Lo cierto es que una vez mi abuela empezó a sentirse mareada, y el médico que llegó en la ambulancia

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Antes del divorcio, Clara se ocupaba sola de su hijo, pero más tarde decidió buscar una niñera.

Había un chico en nuestra oficina. Bueno, chico…, era un hombre maduro, de 36 años. Pero era especial.

-Lo pagaréis caro, ¡vaya si lo haréis! – gritaba furiosamente Elena, la esposa de mi hermano.

— ¿De verdad crees que voy a cocinar para tu madre todos los días? — exclamó Sara con indignación.

– ¿De verdad piensas que voy a cocinar para tu madre todos los días? – declaró la esposa con indignación.
