Amor condenado al silencio: confesión de una mujer enamorada de un hombre casado
Decidí escribir aquí porque no tengo el valor de hablar directamente con el hombre que ocupa todos mis pensamientos y sentimientos. Mi historia comenzó hace tres años, cuando lo vi por primera vez. En ese instante, mi vida se dividió en un “antes” y un “después”.
Nuestros encuentros son escasos y casuales, pero cada uno deja una huella imborrable en mi alma. No puedo pensar en nadie más que en Él. El tiempo no ha debilitado mis sentimientos; al contrario, el amor solo ha crecido, convirtiéndose en una añoranza insoportable.
Pero la realidad es cruel: Él está casado. Sé que su matrimonio dista de ser perfecto, pero tienen un hijo, y eso me frena de dar pasos decisivos. No quiero destruir una familia, menos cuando el bienestar de un niño está en juego.
A mi alrededor hay otros hombres, libres y valiosos, pero mi corazón pertenece solo a Él. Nunca pensé que a mis cuarenta años viviría una pasión tan intensa, que ya lleva años consumiéndome.
Esta obsesión ha llegado tan lejos que lo sigo en las redes sociales. Paso horas mirando sus fotos, guardándolas en mi ordenador, creando álbumes enteros. Parece una locura, pero no puedo detenerme.
Por un lado, este amor me da fuerzas, me llena de energía y me hace más productiva. Por otro, me devora por dentro, dejándome vacía y con el corazón destrozado. Existo en la sombra de su vida, sin poder estar a su lado.
Sé que estoy atrapada. No puedo seguir así, pero tampoco renunciar a lo que siento. Es un círculo vicioso sin salida.
Si alguien ha vivido algo parecido, ruego que comparta su experiencia o me dé algún consejo. Cualquier apoyo será invaluable para mí. Gracias.