Tan joven y ya desea unir su vida a los hijos de otros…

Lo que me preocupa es que, siendo tan joven, ya quiera comprometerse con hijos ajenos…

Siempre supe que este día llegaría. Ese momento en que mi hijo, mi único heredero, me diría que ha encontrado a la mujer indicada y desea compartir su vida con ella. Pero no imaginé que esto sucedería tan pronto.

Tiene apenas 26 años. Es una etapa en la vida donde todo comienza, se abren todas las puertas, el momento para forjar una carrera, viajar, adquirir nuevos conocimientos, explorarse a sí mismo… Sin embargo, él está decidido a casarse.

Y no solo a casarse, sino a unirse con una mujer que ya es madre de dos hijos.

Nosotros empezamos desde cero
Con mi esposa jamás fuimos adinerados. Levantamos nuestro negocio desde la nada, sin ninguna ayuda externa. Invertimos años de trabajo arduo, noches sin dormir, enfrentando el temor al fracaso.

Ahora disfrutamos de unos ingresos estables, una buena vida. No estamos acostumbrados a despilfarrar, pero podemos permitirnos muchos lujos: viajar, dar una educación de calidad, vivir cómodamente.

Lo principal es que hemos dado a nuestro hijo todo lo que se podría desear. Recibió una educación prestigiosa, realizó prácticas en el extranjero. Ahora trabaja en nuestra empresa, adquiere experiencia y recibe un buen salario.

Parecería que su futuro es prometedor —estabilidad, éxito, confort. Pero todo está desmoronándose ante nuestros ojos.

Su elección, nuestra preocupación
Los últimos meses han sido un auténtico calvario para nosotros.

Nuestro hijo anunció que quiere casarse.

Pero no con una chica adecuada, que comparta sus valores, sea su igual, y lo acompañe en el camino de la vida.

No, desea casarse con una mujer que ya tiene dos hijos a su cargo.

He intentado comprender. Me pregunto qué encontró en ella. ¿Qué lo ha cautivado? Él es exitoso, inteligente, tiene todo un futuro por delante. Y ella… Es sencilla, sin grandes ambiciones, y se dice que sus hijos no están bien educados.

Hablamos con él y le explicamos que no tienen nada en común. Ni siquiera comparten intereses. Ella proviene de otro mundo. La hemos visto. Es bella, sí, pero nada más.

¿Cómo se puede construir una familia basándose solo en la atracción física?

¿Podremos detenerle?
No sabemos qué hacer.

Si empezamos a presionarlo, podríamos empeorar la situación. Imponerle restricciones a su edad no funcionará—podría distanciarse de nosotros.

Pero tampoco podemos simplemente observar cómo arruina su futuro.

Con mi esposa hemos considerado tomar medidas drásticas.

Si tanto desea ser independiente, que lo intente.

Quizás deberíamos reducir su salario en la empresa, eliminar las bonificaciones y observemos cómo se las arregla no solo para mantenerse, sino también para cuidar a hijos ajenos.

O tal vez, incluso quitarle el piso que compramos a su nombre. Que descubra lo que realmente supone el mundo adulto.

No quisiéramos recurrir a tales métodos, pero parece que no tenemos alternativa.

Tememos que él se arrepienta. Que, al enfrentarse con la realidad en unos años, se dé cuenta de que ha cometido un error. Pero para entonces será tarde.

Ahora nos enfrentamos a la duda: ¿permitirle cometer esa equivocación o hacer todo lo posible por detenerle?

Rate article
MagistrUm
Tan joven y ya desea unir su vida a los hijos de otros…