Es interesante
**Siete Razones para Marcharse** —¡Basta! ¡No puedo más! —Valentina arrojó el trapo al fregadero, salpicando

Lección para toda la vida Pascualina miraba a su nieto con ganas de darle unos azotes que recordara por

Aún recuerdo la mañana en que sonó el teléfono. Era un número del hospital. Mi corazón se hundió antes

Un rayo cegador de sol se coló entre las cortinas, iluminando los rostros tensos alrededor de la mesa

**Diario Personal: Sola entre los míos** —Mamá, ¡ya deja de preocuparte! —dijo Martina con irritación

**Una lección para toda la vida** Prudencia miraba a su nieto con ganas de darle una zurra que recordase

**Mi querido diario,** Hoy recibí un ramo precioso que el mensajero trajo hace media hora. No había duda

**No puedo creerlo** – ¡No me lo puedo creer! – gritaba Lucía, agitando las manos. – ¿Cómo has podido

**Diario de un hombre** Ana estaba junto a la ventana, observando cómo su hija Marta cargaba las últimas

Margarita contemplaba con fascinación el precioso ramo de flores que el mensajero le había entregado










