Es interesante
—¿¡Cómo pudiste!? —gritó Marina, agitando un papel arrugado—. ¿¡Cómo pudiste firmar esta porquería!?

—¡No, Carmen, no lo entiendes! ¡No puedo seguir viviendo así! —Marisa agarró a su amiga del brazo con

—¡¿Cómo pudiste?! —gritó Lucía, agitando un papel arrugado—. ¡¿Cómo pudiste firmar este desastre?

La historia comenzó con un grito al otro lado del teléfono. —¡Carmen! ¡Pero ¿qué estás haciendo?

La familia ajena terminó siendo la mía Doña Carmen Solís solía decir que el destino tiene la costumbre

**No Me Eligió a Mí** —¡No, Elena, no lo entiendes! ¡No puedo seguir así! —Marina agarró a su amiga del

—¡No toques a mi muñeca! —chilló Rocío arrebatándole a su hermana mayor la figura de porcelana con rizos dorados—.

**LA FELICIDAD REBELDE** —Mamá, solo nos queda una opción para tener un hijo: la fecundación in vitro.

En aquel tiempo, Natalia luchaba por contener las lágrimas para no arruinar la reunión. Ajustó su blusa

Con el alma pesada que precede al recuerdo, Dolores Rodríguez despertó entre dolores de cabeza sordos










