Me llamo Andrés, y me dirijo a vosotros, quizá a aquellos que han pasado por una experiencia similar.

¡El impacto fue demoledor: se enteró de que estaba embarazada y me abandonó como un cobarde miserable!

Disfruto de una vida tranquila con mi hijo, aunque pagué un precio demasiado alto por ello.

“Yo soñaba con la felicidad, hacía planes para el futuro, ¡y solo recibí humillaciones!

Un día, mientras estaba sentada en un parque de Madrid, sentía una carga pesada en mi corazón.

Me llamo María González y resido en un pintoresco rincón de Burgos, allí donde las viejas piedras de

-Lo siento, te equivocas. Estamos alquilando este piso-, sonrió nerviosa la chica. -¡Ese chico no es para ti!

Lo soñaba con felicidad, hacía planes para el futuro, pero solo recibí insultos. Me llamo Elena Calvo

Lo que necesito es desahogarme. No para quejarme, sino para que alguien me escuche y entienda.

— Mamá, ¿qué has hecho? — la hija casi gritaba por el teléfono. — ¿¡Qué perro de refugio?! Encima viejo
