Lo dejó todo, a mí y a nuestras hijas, por un hombre rico… Y luego me la encontré en el supermercado.

Después de diecinueve años de matrimonio y de haber criado a dos hijos, mi marido me dejó por una joven colega.

Me llamo Andrés, y me dirijo a vosotros, quizá a aquellos que han pasado por una experiencia similar.

¡El impacto fue demoledor: se enteró de que estaba embarazada y me abandonó como un cobarde miserable!

Disfruto de una vida tranquila con mi hijo, aunque pagué un precio demasiado alto por ello.

“Yo soñaba con la felicidad, hacía planes para el futuro, ¡y solo recibí humillaciones!

Un día, mientras estaba sentada en un parque de Madrid, sentía una carga pesada en mi corazón.

Me llamo María González y resido en un pintoresco rincón de Burgos, allí donde las viejas piedras de

-Lo siento, te equivocas. Estamos alquilando este piso-, sonrió nerviosa la chica. -¡Ese chico no es para ti!

Lo soñaba con felicidad, hacía planes para el futuro, pero solo recibí insultos. Me llamo Elena Calvo
