No sé si es normal, pero la exesposa de mi marido me hace la vida imposible.

**Diario**

No sé si es normal que la exmujer de mi marido me envenene la vida.

En un pueblo cercano a Madrid, donde los rumores vuelan más rápido que el viento, mi vida, que comenzó con amor, ahora está llena de ansiedad y dudas. Me llamo Lucía, tengo 29 años, y me casé con Javier, un hombre que ya había estado casado. Tuvimos un hijo, Álvaro, y todo parecía perfecto. Pero la sombra de su exmujer, que vive en este mismo pueblo, envenena mi felicidad. No sé si lo que pasa es normal o si estoy perdiendo la cabeza.

**Amor con pasado**

Javier me conquistó con su amabilidad y seguridad. Es diez años mayor que yo, y su experiencia me parecía un refugio. Cuando nos conocimos, ya llevaba tres años divorciado. Su primer matrimonio con Sandra duró siete años; no tuvieron hijos. Él decía que se separaron por sus infidelidades, y yo le creí. Nos casamos hace dos años, y pronto nació Álvaro, nuestro pequeño ángel. Pensé que el pasado quedaba atrás, pero me equivoqué.

Sandra vive aquí, y su presencia se siente en todas partes. Trabaja en un bar local, va al mismo supermercado que yo y parece saberlo todo de nuestra vida. He notado sus miradas cargadas de desprecio cuando nos cruzamos. Al principio pensé que eran casualidades, pero luego empezaron cosas que me hicieron dudar de mi cordura.

**La sombra del pasado**

Todo comenzó con pequeñas cosas. Alguien escribió con tiza en nuestra verja: «Devuélveme a mi marido». Lo borré sin decirle nada a Javier, pero mi estómago se encogió. Luego llegaron mensajes anónimos en redes sociales: «Estás en mi lugar», «Volverá conmigo». Los bloqueaba, pero el miedo crecía. Una vez encontré una foto vieja de Javier y Sandra bajo la puerta, abrazados y sonrientes. Cuando se lo pregunté, él solo encogió los hombros: «Seguramente me echa de menos. No le des importancia». ¿Cómo no hacerlo si su sombra está en todas partes?

Lo peor ocurrió hace un mes. Estaba paseando con Álvaro por la plaza cuando Sandra se acercó. Sonreía, pero sus palabras eran veneno: «¿Crees que es tuyo? Me llama por las noches». Me quedé muda. Se marchó, y yo me quedé paralizada. En casa, le reclamé a Javier. Juró que no hablaba con ella, que mentía para destruirnos. Quiero creerle, pero la duda me corroe. ¿Y si es verdad? ¿Y si aún la quiere?

**La familia en peligro**

Mi vida se ha convertido en paranoia. Reviso su móvil mientras duerme, observo su expresión cuando pasamos por su bar. Me odio por hacerlo, pero no puedo evitarlo. Álvaro es mi luz, pero ni su risa silencia el miedo de que nuestra familia se desmorone. Mi madre, al ver mi estado, me dice: «Lucía, huye de él. Un hombre con ese pasado trae problemas». Pero yo amo a Javier. Es buen padre y marido, pero su pasado es una bomba a punto de estallar.

Intenté hablar con Sandra, le escribí pidiéndole que nos dejara en paz. Respondió: «No sabes con quién te metiste. Siempre será mío». Sus palabras son un veneno que me envenena poco a poco. No sé si miente, pero su seguridad me aterra. ¿Por qué no lo suelta? ¿Por qué nos persigue? Y ¿por qué Javier actúa como si fuera normal?

**Conflicto interno**

No sé si es normal. ¿Exagero? ¿Será que su ex no supera el divorcio y pronto se cansará? ¿O debo indagar más? Temo que, si busco la verdad, destruiré mi familia. Pero ya no soporto vivir con este miedo. Mis amigas dicen: «Ignórala, solo tiene envidia». ¿Cómo ignorarla si su sombra está en cada rincón de mi vida?

Javier, al verme así, intenta calmarme: «Lucía, estoy contigo, te quiero». Pero sus palabras suenan cada vez más vacías. Noto que evita hablar de Sandra, cambia de tema cuando la menciono. ¿Es indiferencia o algo que oculta? No quiero ser esa esposa que escarba en el pasado, pero tampoco la tonta que vive engañada.

**¿Qué hacer?**

Este diario es mi grito de ayuda. No sé cómo seguir. ¿Dejar a Javier? ¿Enfrentarme a Sandra? ¿Hablar con él otra vez? Quiero proteger a Álvaro, a nuestra familia, a mí misma. Pero ¿cómo, si no sé qué es verdad? A los 29 soñaba con felicidad, y ahora me siento en un drama donde el enemigo es un fantasma del pasado.

No sé si es normal lo que pasa, pero sé una cosa: ya no puedo vivir así. Mi próximo paso puede ser un error, pero lo daré para recuperar mi paz. Sandra, Javier, mi corazón… Alguien miente, y encontraré la verdad, aunque me destroce.

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No sé si es normal, pero la exesposa de mi marido me hace la vida imposible.