La suegra decidió venirse a vivir a mi piso, y el suyo se lo cede a su hija.
Mi marido, Fernando, creció en una familia numerosa de Madrid. Su madre, Consuelo, tuvo hijos sin descanso hasta que por fin nació una hija. Una estrategia curiosa, aunque no soy yo quien deba juzgar.
Cuando me casé, pensaba que era una afortunada. Fernando parecía responsable, valiente, con carácter. Sabía bien lo que era una familia, pero jamás se planteó separarse ni un centímetro de su madre y de su hermana menor. Consuelo apenas se preocupaba por sus hijos varones, pero el bienestar de su hija siempre fue lo principal.
Marisol tenía diez años cuando la conocí. Al principio no me molestaba, pero después de cinco años la cosa cambió. No quería estudiar, se juntaba con chicos problemáticos, y siempre era Fernando el que tenía que solucionarlo todo. Mi cuñada podía llamarle a cualquier hora de la madrugada y él acudía sin dudar.
Confiaba en que Marisol maduraría, se casaría y todo se normalizaría. Pero nada de eso. Cuando decidió casarse, Consuelo forzó a sus hijos a poner dinero para la boda porque ella no tenía ni un euro. El yerno era de familia humilde y ganaba poco, así que los recién casados tuvieron que instalarse en el piso de Consuelo.
Primero un hijo, luego otro Consuelo se dio cuenta de que la convivencia así era insostenible. Entonces ideó su brillante plan: venirse a mi casa, y entregar su piso a Marisol. ¿Pero os parece justo, cuando yo compré mi piso con mi propio dinero y mi marido no aportó ni un céntimo? Lo curioso es que Fernando está tan tranquilo y hasta ilusionado. Mi madre te va a ayudar, me dice.
Vivimos en un piso de dos habitaciones en Chamberí. Pero yo no quiero renunciar a mi privacidad ni a mi comodidad ni compartir mi vida con alguien más. Consuelo está convencida de que es nuestra obligación acogerla, porque Fernando es el mayor y debe cuidar del bienestar de su madre.
Yo quiero a mi marido; el divorcio ni se me pasa por la cabeza. Pero ¿cómo hago que reaccione? ¿Cómo le explico que vivir con su madre sería un infierno? ¿Alguien puede darme un consejo?
