Mi hijo adoptó un niño y ahora quiere devolverlo. ¿Cómo detenerlo?
Mi hijo y su esposa siempre soñaron con tener hijos. Después de diez años de intentos fallidos para convertirse en padres, decidieron adoptar. A su hogar llegó un niño de dos años llamado Iván, lleno de energía y curiosidad. Con alegría les ayudé, pasando tiempo con mi nieto y apoyando a los jóvenes padres.
Sin embargo, con el tiempo noté que mi nuera empezó a mostrar irritación y cansancio. A menudo levantaba la voz a Iván, lo castigaba y lo ponía en un rincón. Cuando intentaba intervenir por el niño, ella me ignoraba, afirmando que todo estaba bajo control. Mi hijo también comenzó a expresar dudas, diciendo: “Si fuera nuestro hijo biológico, todo sería diferente”.
Recientemente, me informaron sobre su intención de renunciar a la adopción y devolver a Iván al orfanato. Para mí, esto fue un golpe. Intenté convencerlos de reconsiderar la decisión, ofreciéndome a llevarme al niño conmigo, pero eran inflexibles, aludiendo a mi salud y su propio agotamiento. Según la ley española, la adopción puede ser revocada judicialmente si los adoptantes incumplen sus deberes parentales, abusan de sus derechos o tratan al niño con crueldad. Al revocar la adopción, cesan los derechos y deberes mutuos entre el niño y los adoptantes.
Soy consciente de que el proceso de revocación de la adopción es complicado y traumático para el niño. Iván ya se ha acostumbrado a su nueva familia, y regresar al orfanato puede causarle un grave daño psicológico. Según estudios, estas devoluciones a menudo ocurren porque las expectativas de los padres no coinciden con la realidad.
No sé cómo convencer a mi hijo y a mi nuera de que mantengan a Iván en la familia. Tal vez sea conveniente acudir a un psicólogo familiar o a los servicios sociales para obtener asesoramiento y apoyo. Es importante recordar que cada niño merece amor y estabilidad, especialmente después de haber experimentado la pérdida de una familia.







