Comenzaré diciendo que, recientemente, quería encontrar una receta y decidí tomar la tableta de mi hija para poder colocarla cómodamente frente a mí mientras cocinaba. Cuando desbloqueé el dispositivo, inmediatamente apareció su cuenta secreta en una de las redes sociales más populares.
Decir que me quedé en shock es poco. No sé qué hacer ahora ni cómo comportarme en esta situación. Como suele ocurrir en momentos como estos, enseguida me vinieron a la mente los peores escenarios, pero traté de no sacar conclusiones precipitadas. Para entender mejor la situación, les contaré sobre nuestra familia.
Soy una ama de casa común y llevo una vida tranquila. Mi esposo es un respetado policía en nuestra ciudad. Ha estado en este puesto durante 20 años y nos asegura una vida cómoda.
Vivimos en apartamentos adyacentes a los padres de mi esposo y, a pesar de lo que se podría pensar, tenemos una excelente relación con ellos. Tenemos una hija, Laura, a quien nunca le hemos escatimado en nada. Siempre está bien vestida, recibe una buena asignación diaria y lo más importante, siempre nos aseguramos de enseñarle buenos modales.
Desde pequeña, Laura siempre ha disfrutado ser el centro de atención. Es la primera nieta y, como ya mencioné, es nuestra única hija. Toda la familia, tanto nosotros como los abuelos, siempre nos hemos asegurado de que no le falte nada y que no tenga envidia de nada. Pero a pesar de todo esto, nos encontramos en una situación como esta.
Laura ha estado tomando clases de danza desde que era pequeña. A menudo se presenta con su grupo en conciertos en nuestra ciudad y participa en competiciones.
Un día, cuando Laura regresó a casa después de su clase de danza, decidí hablar con ella suavemente sobre lo que había visto en su tableta. Le expliqué que, por accidente, tomé su dispositivo y me encontré con su perfil en las redes sociales. Naturalmente, no pude evitar ver sus conversaciones. Después de leerlas, pensé que lo mejor sería preguntarle directamente a ella, en lugar de vivir en la incertidumbre.
Además, últimamente Laura había comenzado a traer a casa varios objetos caros que nosotros no le habíamos comprado. Cuando le preguntamos de dónde los había sacado, nos dijo que eran regalos de su novio con quien salía.
Esto me preocupó aún más, ya que los regalos eran realmente caros: una bufanda de un diseñador famoso, un bolso, joyas… Cuando Laura se dio cuenta de que había leído sus mensajes privados, al principio pareció sorprendida, pero luego admitió que, efectivamente, salía con varios chicos.
Además, me explicó tranquilamente que recibía regalos de ellos, unos caros y otros no tanto, y que cuando empezaban a hablar de relaciones más serias, simplemente cortaba el contacto con ellos. Según ella, no les debe nada, porque no les ha prometido nada, y los regalos son una iniciativa de ellos.
Estoy muy preocupada y no sé cómo comportarme en esta situación, ya que mi hija tiene solo 19 años. Temo decirle esto a mi esposo, porque él tiene un carácter muy explosivo. Nadie sabe cómo reaccionará cuando se entere… ¿Y yo, como madre, qué debo hacer?