¿Entiendes que estoy sin dinero? Ayer di lo último a los niños de una amiga.

**Diario de Ana**

«¡Irene, no tengo dinero! Lo último se lo di a Natalia ayer. ¡Sabes que tiene dos hijos!» Cansada y angustiada, Ana dejó el teléfono.

No quería recordar lo que su hija le había dicho. «¿Por qué es así? Criamos tres hijos con mi Vicente, nos esforzamos por ellos, los sacamos adelante. Todos con estudios, con buenos puestos… y ahora, en mi vejez, ni paz ni ayuda me dan».

«Vicente, ¿por qué te fuiste tan pronto? Contigo todo era más fácil», pensó, dirigiéndose a su difunto esposo. El corazón le apretó, y su mano buscó automáticamente las pastillas: «Solo me quedan una o dos cápsulas. Si empeoro, no podré hacer nada. Tengo que ir a la farmacia».

Intentó levantarse, pero cayó de nuevo en el sillón: el mareo era insoportable. «Nada, la pastilla hará efecto pronto». Pero los minutos pasaban, y el alivio no llegaba.

Marcó el número de su hija menor: «Natalia…», apenas pudo decir antes de que la interrumpieran: «Mamá, estoy en una reunión, luego te llamo».

Llamó a su hijo: «Hijo, me siento mal. Se me acabaron las pastillas. ¿Podrías…?» Él ni siquiera la dejó terminar: «Mamá, ¡no soy médico! Llama a una ambulancia, ¡no esperes más!». Ana suspiró hondo. «Tiene razón… si en media hora no mejoro, llamaré».

Se recostó en el sillón y cerró los ojos. Para relajarse, empezó a contar hasta cien. De repente, un ruido la sobresaltó. ¿El teléfono? «¿Diga?», respondió con dificultad.

«Anita, ¿cómo estás? Soy Pedro. Sentí que algo pasaba y quise llamarte». «Pedro, no me encuentro bien». «¡Voy en camino! ¿Puedes abrir lapuerta?», preguntó él con voz urgente, mientras Ana, ya sin fuerzas, dejó caer el teléfono y cerró los ojos, sintiendo que el mundo se desvanecía a su alrededor.

Rate article
MagistrUm
¿Entiendes que estoy sin dinero? Ayer di lo último a los niños de una amiga.