Es interesante
-¡Basta de callarte! -grita Lidia golpeando el mantel. -¡Diez años aguantando tus cosas, y ahora esto!

—¡No hables así de mi madre! —Javier golpea la mesa con el puño haciendo temblar las tazas—.

— ¡Lucía, Javier! ¿Quién de los dos ha roto mi lámpara? ¡Era el recuerdo de Arturo! — Dolores Martínez

Un martes cualquiera. Rocío me miraba como si hubiera descubierto América al revés. —¡Leo, que no estás

**El regreso de la hija** —Me voy, papá —la voz de Lucía temblaba, pero sus ojos brillaban con determinación.

Vicente permanecía ante la puerta, incapazos de pulsar el timbre. Una gran bolsa con sus cosas pesaba

El Esposo Perfecto. Solo que no para mí —Marisol, ¡mírale! —susurró Carmen, la vecina, señalando hacia

**Amor sin derecho a la cercanía** La doctora Elena Martínez ajustó su bata blanca y miró el reloj.

Hoy algo tenso ocurrió. Diego golpeó la mesa con furia al escucharme, haciendo saltar las tazas: “

La suegra siempre sabía más Lucía se estremeció al oír el teléfono vibrar con fuerza. En la pantalla










