Es interesante
Valentina ya no estaba dispuesta a soportarlo más. No entendía por qué Dimas la trataba así.

**Eres mi mamá de todos modos** —Mamá, ¿tú también quisiste ser pintora alguna vez? Lucía estaba sentada

Una delgada manita se asoma entre los barrotes de la valla y se estira hacia las fresas maduras.

Tres mujeres, una cocina y ni un ápice de paz —Vale. Lunes, yo. Martes, mamá. Miércoles, Doña Consuelo.

El vecino sabía demasiado —¡Isabel María! ¡Isabel María, espere! —gritaba el vecino, Francisco Javier

**Pastel y otros desengaños** Hoy, mientras batía la crema para el bizcocho, pensé en lo mucho que ha

—¿Estás segura de que la remolacha no le hará daño al bebé? —preguntó la suegra, removiendo la sopa de verduras.

**El Pastel de la Reconciliación** —María, ¡te juro que si ese don Armando vuelve a golpear el techo

—No te merecías mis lágrimas. —No lo olvides, Marina: si no fuera por mí, no habrías llegado a ser nadie

**ALEGRÍA INESPERADA** En la facultad de la universidad, ninguno de los colegas sabía ni habría creído










