«Abuela a tiempo completo: Cuando el amor por los nietos se convierte en una carga»

Siempre soñé que la jubilación sería por fin *mi* momento — para leer, tejer, pasear por el parque y disfrutar de aquellas cosas para las que nunca tuve tiempo. Pero esos sueños se desvanecieron con el sonido del timbre.

Era domingo, justo antes de las vacaciones de otoño. En la puerta estaba mi hija Marta con sus dos hijos — Javier, de 12 años, y Tomás, de 4 años. Sin previo aviso, sin explicación.

— Mamá, quédate con los niños. Andrés y yo nos vamos a un balneario. ¡Estamos completamente agotados! — dijo mientras ayudaba a los niños a quitarse los abrigos.

— Pero pensaba que no había vacaciones ahora. ¿Y el trabajo? — pregunté, desconcertada.

— Andrés ha pedido tres días libres. ¡Mamá, no tenemos tiempo! — y se marcharon enseguida.

En cuestión de minutos, la televisión estaba a todo volumen y la ropa tirada por toda la casa. Traté de poner orden — en vano. No quisieron comer la sopa que había preparado porque su madre les había prometido pizza. Llamé a Marta para decirle que los niños exigían “servicio de restaurante”.

— Les pediré pizza. Nunca comen tu papilla de todas formas — ¡siempre hay peleas por eso! Sácalos a dar una vuelta, haced algo divertido. ¡Tú misma dices que te agotan en casa! — contestó molesta.

— ¿Y con qué dinero? ¿Con mi pensión? — pregunté, indignada.

— ¡Son tus nietos, no unos desconocidos! ¡No puedo creer que digas eso! — y colgó.

Pasé toda la semana cocinando, limpiando, suplicando y aguantando. Amo a mis nietos — de verdad. Pero no puedo seguir siendo “la abuela gratuita”. La diferencia de edad y la falta de respeto por parte de mis propios hijos lo hacen insoportable.

Lo di todo para que mi hija pudiera crecer feliz. Y ahora lo único que recibo son reproches. ¿No tenemos derecho los mayores a un poco de tranquilidad? ¿Por qué todos creen que nuestra vida ya no tiene valor?

Se acabó el silencio — ha llegado el momento de hablar.

Rate article
MagistrUm
«Abuela a tiempo completo: Cuando el amor por los nietos se convierte en una carga»