Cuando era pequeña, muchas cosas eran incomprensibles para mí. Quería mucho a mi abuela, la adoraba.
Nunca se sabe lo que va a pasar en la vida y cómo van a resultar las cosas a lo largo de los años.
Mi tía rara vez visita a sus hijos, como mucho una vez al año. Ella misma es del pueblo, por lo que la