¡No quiero otra nuera, y haz lo que quieras! dijo la madre a su hijo.
Fernando estaba terminando la carrera universitaria y pensó que era el momento ideal para casarse con su primera novia del instituto, Inés. Inés era guapa, pero también una chica amable e inteligente. Por entonces, ella preparaba su trabajo de fin de máster. Los dos acordaron casarse en cuanto acabasen sus respectivos estudios.
Fernando decidió contárselo a su madre, pero ella no le dio ninguna buena noticia. Le dijo que o se casaba con Carmen, la joven del barrio, o con ninguna otra. Luego le preguntó qué era más importante para él: la carrera profesional o el amor. Su madre siempre había soñado con que su hijo se convirtiera en un hombre de éxito.
Carmen provenía de una familia acomodada y, además, llevaba años encaprichada de Fernando. Pero él solo tenía ojos para aquella Inés, de familia humilde. La madre de Inés arrastraba mala fama ¿Qué diría la gente?
No quiero otra nuera, y haz lo que quieras repitió su madre.
Fernando intentó convencerla durante mucho tiempo, pero ella era inflexible. Finalmente, le dijo que si se casaba con Inés le retiraría la palabra para siempre. Fernando no tuvo el coraje de plantar cara a su madre. Siguió quedando con Inés durante seis meses, pero su relación se fue apagando poco a poco.
Finalmente, acabó casándose con Carmen. Ella estaba verdaderamente enamorada de él, pero decidieron no hacer boda. Fernando no quería que Inés pudiera ver ninguna fotografía del enlace. Carmen tenía una posición económica muy buena, así que Fernando se mudó a la gran casa de sus suegros. También le ayudaron a prosperar en su carrera profesional. Sin embargo, él nunca fue feliz.
Fernando no quería tener hijos. Cuando Carmen comprendió que no iba a conseguir convencerle, fue ella misma quien presentó la demanda de divorcio. Por entonces, Fernando tenía ya cuarenta años y Carmen treinta y ocho. Con el tiempo, Carmen volvió a casarse, tuvo un hijo y fue verdaderamente feliz.
Fernando seguía soñando con casarse con Inés, trató de buscarla, pero no obtuvo ningún resultado. Parecía como si se la hubiera tragado la tierra. Después se enteró de que ya no vivía. Un conocido le contó que, tras separarse de Fernando, Inés se casó rápidamente con el primer hombre que apareció en su camino, que resultó ser un malnacido. La maltrató hasta matarla.
Después de aquello, Fernando volvió a vivir al antiguo piso de sus padres y empezó a beber para olvidar. Se pasaba horas mirando una fotografía de Inés, incapaz de perdonarle nunca a su madre.







