Tengo 38 años, soltera y sin hijos, y ¿saben qué? Soy completamente feliz.

**Diario personal**

Tengo 38 años, no estoy casada, no tengo hijos y, sabes qué, me siento completamente feliz así. No tengo ninguno de esos problemas de los que tanto hablan cuando descubren mi situación. Vivo en Madrid, tengo un buen trabajo, un piso y un coche propios, todo conseguido por mí misma, sin ayuda de nadie. Además, ayudo a mis padres, que viven en un pequeño pueblo de Castilla. Y lo más gracioso es que nadie cree que tenga más de 28. Supongo que es porque aparento menos y llevo la vida con ligereza.

Me llamo Lucía Fernández, y siempre he tenido claro lo que quería. Tras el instituto, estudié marketing en la universidad y después empecé a trabajar. Ahora soy jefa de departamento en una gran empresa. Me gusta lo que hago: viajar, conocer gente, aprender cosas nuevas. Mi sueldo me permite vivir bien y ahorrar. Disfrutar de mi trabajo es, sin duda, una de las razones por las que siempre estoy de buen humor.

Compré mi piso hace cinco años, moderno, lleno de luz y en el centro de la ciudad. Lo decoré a mi gusto: muebles acogedores, cuadros que traje de mis viajes. Mi coche no es de lujo, pero es fiable y cómodo, perfecto para moverme por la ciudad o visitar a mis padres en el pueblo. Allí paso muchos fines de semana, escapando de la rutina. Les ayudo en lo que puedo: con las compras, arreglos en la casa… Les encanta que vaya, y a mí me hace feliz hacerles la vida más fácil.

Algunos se extrañan de que no esté casada ni tenga hijos, especialmente a mi edad. Pero no siento que me falte nada. Estoy abierta al amor, pero sin prisas. Si aparece alguien con quien quiera compartir mi vida, genial. Si no, tampoco me amargo. Tengo buenos amigos: vamos al cine, a conciertos, hacemos cenas en casa. También tengo mis hobbies: yoga, pintura al óleo, clases de baile. Mi vida es tan intensa que no tengo tiempo para aburrirme.

A veces la gente cree que escondo alguna tristeza, pero no es así. Simplemente vivo como me apetece, sin someterme a las expectativas de otros ni casarme porque “es lo normal”. Mis padres, especialmente mi madre, al principio se preocupaban. Soñaba con ser abuela, pero con el tiempo entendió que soy feliz así. Ahora bromea: “Lucía, eres como una estrella de cine, siempre joven y libre”.

Algunos conocidos me dicen: “A tu edad ya es tarde para pensar en hijos”. Pero no creo en eso de los plazos. La vida no es un horario que seguir. He visto mujeres ser madres después de los 40 y hacerlo genial. Si algún día quiero ser madre, lo valoraré. Por ahora, estoy bien así. Disfruto de mi libertad, viajando cuando quiero o dedicando el fin de semana a lo que me apetece.

Mi aspecto joven quizá sea genética o mi estilo de vida. Hago ejercicio, como bien, cuido mi piel. Pero lo más importante es cómo me siento por dentro. No dejo que el estrés me afecte. Si algo sale mal, busco soluciones, no me quejo. Quizá por eso la gente dice que parezco más joven. Cuando lo oigo, solo respondo: “Es que vivo sin complicaciones”.

Mis padres son mi gran apoyo. Están orgullosos de lo que he logrado. Intento visitarles a menudo, llevarles regalos, ayudarles con los gastos. Mi madre siempre prepara mis croquetas favoritas, y mi padre me cuenta historias de su juventud. Esos momentos no tienen precio. Quiero que sigan a mi lado, sanos, durante muchos años.

¿Qué me depara el futuro? No lo sé, y no me asusta. Sueño con viajar, quizá a Italia o Japón. Quiero crecer en mi trabajo, tal vez emprender algo propio. Y tal vez adopte un perro, uno pequeño y juguetón que me haga compañía. La vida es una aventura, y estoy lista para lo que venga. Lo importante es que ahora mismo soy feliz. Y eso es lo que cuenta.

Rate article
MagistrUm
Tengo 38 años, soltera y sin hijos, y ¿saben qué? Soy completamente feliz.