Una cosa es quedar una vez a la semana, y otra muy distinta es vivir con una mujer de cincuenta años cuando sólo tienes veintidós

Tuve mucha mala suerte en mi vida. Me dejaron pronto con mi padre, que no veía más que la botella, y tuve que andar de un lado a otro desde el instituto buscando trabajos a tiempo parcial. En la universidad trabajé duro para mantener mi beca y al menos pagar mi residencia. Salí con chicas, que me alimentaron y me ayudaron a salir adelante de alguna manera. Y a los veintiún años, conocí a Rebecca, de cincuenta años. Era profesora en nuestra universidad, pero de otro departamento, y eso hizo que nuestra relación fuera buena. Le gusté y se aprovechó de ello. Yo sabía de su matrimonio desde el principio, pero no me importaba mucho su marido mientras saliéramos a restaurantes y ella me pasara algo de dinero.

Pensaba que era una aventura corta que acabaría pronto, pero Rebecca se enamoró de mí como una niña. Me cuidó en todo, me mantuvo y me dejó vivir en el apartamento que había heredado de su madre. Me sentía ambivalente: el apartamento era mejor que la residencia, Rebecca llevaba la comida una vez a la semana, pasábamos tiempo juntos y, por otro lado, empezaba a no gustarme su compañía. Me obligaba a sonreírle y a decirle que la quería, cuando en realidad apenas la soportaba.

Durante los cuatro meses que duró esta relación de vida libre, encontré un nuevo y buen trabajo a tiempo parcial, mis estudios se hicieron más fáciles y todo parecía ir bien, pero el marido de Rebecca se enteró de todo gracias a nuestra correspondencia. Pidió el divorcio y Rebecca está contenta. Está haciendo las maletas para mudarse conmigo y vivir juntos. No tiene otro apartamento que éste, y no lo quiere. Cree que viviremos felices como pareja, pero una cosa es quedar con ella una vez a la semana y otra muy distinta vivir juntos. No estoy preparado para casarme con una persona de cincuenta años, y no había pensado en eso en absoluto. No sé qué hacer ahora: ¿mudarme antes de que sea demasiado tarde, o aguantar para recuperarme mientras tenga un padrino así?
 

Rate article
MagistrUm
Una cosa es quedar una vez a la semana, y otra muy distinta es vivir con una mujer de cincuenta años cuando sólo tienes veintidós