Tenía que salvar a mis sobrinos de una madre así, así que tomé la loca medida de

Después de que su marido la dejara, Sandra se volvió loca de dolor. Quería mucho a su marido, no podía imaginar su vida sin él, y él la cambiaba tan fácilmente por la libertad de los hijos y las obligaciones. Su marido se ofreció a pagar la manutención para no verse obligado a ver a sus hijos, y la estúpida de Sandra rechazó su dinero y se puso a hacer berrinches por toda la escalera. Los niños vieron esto y debieron sentir verdadera vergüenza.

Al principio, Sandra afrontaba sus propios problemas desquitándose con su familia y sus compañeros de trabajo, y luego se unió a la compañía de sus colegas bebedores, pasando las tardes con ellos. Abandonó por completo a sus dos hijos. Mi hijo tenía trece años y podía comer su propia comida y pedir cualquier cosa por Internet, pero yo estaba muy preocupada por mi hija de siete años. Mi hermano la cuidaba, la llevaba al colegio y le daba de comer pasteles de la cafetería, pero ¿era eso normal?

Las discusiones con mi hermana no llegaban a ninguna parte. Seguía bebiendo y agitando los puños, ordenándome que la dejara en paz a ella y a los niños. Se lo conté a mamá y a papá, y los tres decidimos dar el paso de la locura. Para que Sandra no se viera privada de su patria potestad y no se llevara a sí misma y a los niños al borde del abismo, me llevé a mis sobrinos a mi casa, y mis padres llevaron a su madre a la clínica. Sandra tuvo que ir al hospital durante cinco meses para superar su adicción al alcohol y superar la ruptura, y mientras tanto yo criaba a mis sobrinos.

Posteriormente, me costó mucho separarme de ellos, y me rogaron que viviéramos juntos. Sandra no apoyó la idea al principio, pero cuando se enfrentó de nuevo a la maternidad y se dio cuenta de lo mucho que había que recuperar, me ofreció quedarme en su casa.

Creo que mi hermana y yo nunca habíamos estado tan unidas como ahora. Cuando éramos niñas compartíamos habitación y nos peleábamos todo el tiempo, pero ahora vivimos en paz y tranquilidad, tenemos una relación maravillosa, y por ahora no pienso irme. Lo haré cuando Sandra esté preparada para volver a tomar todo sobre sus hombros y seguir con su vida por su cuenta.
 

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MagistrUm
Tenía que salvar a mis sobrinos de una madre así, así que tomé la loca medida de