– Quédate con el bebé. Voy a ir a la boda de mi hermano solo, es caro.

– Robert llegó ayer a casa del trabajo, todo tieso. Le pregunté por la boda y enseguida bajó la mirada. Dijo que mañana sólo compraría entradas para él…
– ¿Y tú?

– Me quedé sin palabras. Y mi marido me dijo: “Cariño, me dieron mi sueldo desnudo en enero. “Tuvimos una celebración de Año Nuevo tan mala que mi madre no podía creerlo. Así que probablemente iré a la boda de Jack yo sola. Cuida a tu hija. No pasará nada malo. Y aún tengo tres días allí para vivir en un hotel y comer algo. Y, por supuesto, para comprar un regalo para los novios”, le dijo a su amiga.

Kate y Robert eran una familia joven. Vivían en un apartamento de una sola habitación en la capital. La suegra decidió darles un lugar para vivir. Kate estaba de baja por maternidad. Su hija tenía casi dos años. Pero no se apresuró a trabajar. No había nadie con quien dejar a su hija. Los suegros pusieron a disposición de la pareja un apartamento, así que, como se suele decir, menos mal.

Y la madre de Kate, María, se ocupaba de sí misma, además de trabajar. La mujer le dijo inmediatamente a su hija que si necesitaba urgentemente cuidar a su nieta, sin duda iría. Pero de dejar que Kate se comprara un vestido nuevo y se tiñera el pelo, ni hablar. Como dicen que ellas mismas dieron a luz, que lo hagan ellas.

Kate conocía bien el carácter de su madre. Por cierto, María voló al extranjero cada año. Además, la mujer pasaba todos los fines de semana en salones de belleza y de masajes.

No había situaciones de fuerza mayor entre Kate y su marido. Lo resolvían todo juntos. Cuando su marido estaba en casa, la chica se dedicaba a sus asuntos y viceversa. Es cierto que su marido no estaba especialmente contento y dejaba que su mujer saliera pocas veces y por poco tiempo. Había muchas razones para que Kate volviera a casa rápidamente.

Pero llegó la invitación a la boda. El hermano menor de Robert había decidido casarse. Había que ir a otra ciudad durante tres días. Kate fue a ver a su madre para pedirle que cuidara a su nieta. Después de todo, una boda es algo importante. A mamá no le puede pasar nada en tres días. Más aún, la niña es bastante tranquila, no grita y no es caprichosa por nada.

Mamá se negó durante mucho tiempo y luego, con un suspiro, se tomó tres días de vacaciones. Kate se alegró. Después de todo, estaba cansada de pasar dos años con un niño. Al menos podría descansar un poco en la boda…

Pero sus sueños de color de rosa se derrumbaron tras el anuncio de su marido. Fue un gran acontecimiento para la chica. Amamantó a su bebé durante un año sin salir de casa. Luego resultó que nadie quería sentarse con ella. Y su marido iba a menudo a fiestas de empresa, se iba de viaje de negocios. Como se dice para ser libre.

Por supuesto, la chica no conocía muy bien a su hermano. Sólo había visto a su prometido en su foto. Kate estaba muy disgustada. Pero su marido no quería entenderla. Pensaba que todo estaba bien.

– Bueno, cariño, en primer lugar, a tu madre no le hace mucha gracia llevarse a su nieta. Deja que descanse un poco estos días y siéntate tú. Para qué incomodar a una persona. Si ella no quiere sentarse, no lo haga. Y usted no conoce realmente a mi familia. ¿Qué sentido tiene este viaje para ti? Tu asunto es quedarte en casa y cuidar del bebé. Voy a ir y volver.

Kate decidió que nadie iba a ir. ¿Por qué su marido debe decidir lo que ella debe hacer?

Y tú, ¿quién crees que tiene razón en esta situación? Personalmente, creo que la madre de Kate y su marido se están poniendo un poco chulos. Por supuesto, María no tiene que hacer de niñera de su nieta. Pero puede pensar no sólo en sí misma sino también en su hija. Y su marido no entiende a su mujer. Ella pasa mucho tiempo con su hija. Ella también necesita descansar. Necesita entender que si realmente ama a su esposa…

Kate en esta situación es muy lamentable y comprensible. Ella es totalmente dependiente de su marido. No tiene a nadie que la ayude. Sería interesante escuchar lo que los lectores tienen que decir. Y en general, esperamos que Kate sea capaz de resolver el problema y darle a su marido su opinión sobre el asunto.

Queridas chicas, ¡recuerden que tenemos un país libre! Pueden dar su opinión, no pasará nada. No es que su marido vaya a pedir el divorcio si Kate se lo condiciona. E incluso si eso ocurre, significa que esos sentimientos no son sinceros. Hay que respetar a los demás y darles alegría.

 

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– Quédate con el bebé. Voy a ir a la boda de mi hermano solo, es caro.