Madrid, 12 de enero. El estómago gruñe como un perro callejero y mis manos se congelan. Camino por la

**Diario de Lucía Méndez** El estómago me rugía como un perro abandonado, y los dedos se me entumecían de frío.

Dormí con Alberto sin saber que había fallecido dos días antesAhora estoy embarazada del hijo de su fantasma.

Enrique acababa de volver a su pueblo después de un viaje de tres semanas con su camión por toda España

Después del entierro de mi mujer, mi hijo Joaquín me llevó al límite de la ciudad y me soltó: «Aquí te bajas».

Hoy, 25 de agosto de 2025, escribo en mi cuaderno como quien intenta ordenar los pedazos de una vida

El sol brillaba en el cielo. El jardín estaba repleto de flores. Todo era perfecto demasiado perfecto, de hecho.

Mi hija siempre vuelve a casa a la una de la madrugada del coley su sombra ya no la sigue Hay cosas que

Tras 50 años de matrimonio, el esposo confesó que nunca había amado a su esposa y solo vivió con ella

**El billete que cambió mi vida** A mis sesenta y dos años, jamás imaginé que acabaría durmiendo en el









