Mi yerno me dijo que no volvería a ver a mi hija si no vendía la casa de mi madre La mitad de mi vida

Oye, ¿y este quién es? se sorprendió Lucía al entrar en la cocina de su amiga. Bajo la luz amarilla de

Todo lo haré por ti Begoña ya no quería seguir soportando eso. No comprendía por qué Diego la trataba

Recuerdo, como si fuera ayer, aquella mañana de viernes en el centro de Madrid, cuando la luz tenue del

Me dijo que no era “apto para ser padre”, pero yo he criado a estos niños desde el principio.

Querido diario, Hoy, en el día del funeral de mi esposa, no derramé ni una sola lágrima. Me cuesta creer

Oye, amiga, te tengo que contar lo que le pasó a Nuria, esa mujer que siempre estaba con la mirada cansada

Una vecina llamó a la puerta pidiendo que cuidara a sus hijos, pero había algo extrañamente torcido en ellos.

¿Y el piso? ¿Ese del cuarto? ¡Yo soy la colilla! admitió Carmen Jiménez, sonrojándose. Entonces vámonos

Cuando Lucía entró en el piso, vio inmediatamente los zapatos de su suegra en medio del recibidor.










