Mira, te cuento una cosa… Me está pidiendo que nos vayamos a vivir a la casa de sus padres, pero

Nos sacrificamos en todo para que nuestras hijas no carecieran de nada. ¿De verdad merezco esta indiferencia

«Pensé que no vendrías…» — la historia de un regreso Cuando Javier llegó a casa después del trabajo

Me llamo Irene, y tengo una historia que me pesa desde hace años. Quizá contarla me alivie.

**Las Dudas que Destruyen** Lucía estaba sentada en la cocina, con los codos apoyados en la mesa, mirando

Demostraré que puedo vivir sin él Cuando mi marido, Javier, me soltó en la cara: “Lucía, yo puedo

—¡Él no se parece en nada a mí! —gritó en la pantalla el protagonista de una telenovela barata. —¿Estás ciega?

A veces, parece que el amor de los hijos hacia su madre es una verdad inquebrantable, sólida como una roca.

**El Regreso de Lucía** Lucía estaba frente a la puerta del piso de Sergio, jugueteando nerviosa con

Nosotros, mi marido y yo, nos privamos de todo con tal de que nuestras hijas estuvieran bien.
