Había una vez, en el corazón de Madrid, una joven llamada Carmen Toledo. Todo comenzó cuando, por culpa

“Todo va a estar bien, hijo mío…” “Borja, hijo, soy tu madre”

No Hay Aire Lucía giró lentamente la llave en la cerradura y entró con cuidado en el piso. Por más que

Ana salió de la oficina y se acercó a su coche en el aparcamiento. El capó y el parabrisas estaban cubiertos

**¿Y quién es mi padre?** —Tania, ¿qué tal si vamos al cine el domingo? —No sé. Mi madre no me deja salir

**Diario de Carlos** Tampoco quiero discutir. Pero, ¿cuándo vas a clavar de una vez esa maldita estantería?

Nunca te olvidaré Lidia Martínez volvía a casa con su abrigo de lana desabrochado, llevando en la mano

La otra hija El padre de Lucía era quince años mayor que su madre. Vestía siempre de manera formal, casi

El pasado no te suelta hasta que lo arreglas… El café estaba lleno. Víctor había reservado mesa con antelación

**Diario de un encuentro inesperado** Hacía frío cuando Lucía salió del consultorio y se dirigió al coche
