Mamá, papá, hola, nos habíais pedido que viniéramos, ¿qué ocurre? Marinka y su marido, Toĺia, irrumpieron

**Una década sin Lucía: un padre y sus cinco hijos enfrentan su ausencia** Cuando Lucía decidió marcharse

¿Entiendes lo que estás haciendo? exclamó la voz de la madre, convertiéndose en un siseo. Trajiste caramelos.

¡Mujer, basta de romper puertas ajenas! No vivís aquí ya espetó la joven con altivez, mirando a Rosa .

La mañana se colaba lentamente por las persianas cerradas, llenando la habitación de una luz grisácea y fría.

Hace treinta años recuerdo los ojos de mi madre, llenos de desesperación. Inés nunca me reprochó nada

El precio de una amistad de años Y, aunque siempre hubiéramos soñado que termináramos unidos Comprendo

En un pequeño pueblo de la campiña andaluza, donde una familia subsistía con un par de huertos y largas

Querido, ¿puedes venir a buscarme al trabajo? Llamó Lucía a su marido, esperando evitar los cuarenta

Juan estaba de pie junto a la inmensa ventana panorámica de su nuevo piso en el vigésimo segundo piso









