Lo siento por nuestros hijos porque uno de ellos nació enfermo y el otro nació sano

Como padre, me preocupo por mis hijos exactamente igual, el problema es que el alcance de mis preocupaciones es diferente. Me duele por igual cuando Felipe se raspa la rodilla y cuando a Marcos le diagnostican una nueva infección que pone en peligro su vida. Ambos son gemelos, nacidos uno después del otro, pero Mark ha sido un niño enfermizo desde el primer día. Tiene un sistema inmunitario muy débil, se le pegan todo tipo de infecciones. Los cuatro años que vive, los pasa en el hospital, en tratamiento perpetuo.

No hace mucho, se decidió realizar un trasplante de médula ósea para mejorar la precaria salud de Mark, y los médicos insistieron en que no podía haber mejor donante que un hermano o hermana. Este tipo de trasplantes arraigan mejor y el efecto sería definitivo.

Felipe sólo tiene cuatro años, no puede tomar sus propias decisiones, eso nos corresponde a mí y a mi mujer, pero hablamos con él sobre la salud de su hermano, nos interesa su opinión. Y siempre está a favor de sufrir dolor por una copia exacta de sí mismo. Quiere mucho a Mark, y también está preocupado, por eso ha decidido pasar por los dolorosos procedimientos.

Lo siento mucho por mis hijos por eso. Uno tuvo la mala suerte de nacer enfermo, y el otro tan sano que hubo que pedirle que fuera donante para su hermano. Siento que al luchar por Mark, le estamos quitando la infancia a Philippe, pero no podemos hacer otra cosa, porque los dos niños son importantes para nosotros y no podemos perder a ninguno de los dos.

 

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MagistrUm
Lo siento por nuestros hijos porque uno de ellos nació enfermo y el otro nació sano