Author: Carmen Fernández
¡Abuelo, mira! Almudena se aferró al vidrio de la ventana. ¡Un perrito! Tras el portón corría una callejera

No quería vivir con su nuera, pero no tuvo más remedio Valentina López se secó las manos en el delantal

Querido diario, Hoy, mientras volvía del Hospital Universitario de Madrid, el frío me caló los huesos

¿OLVIDAR O REGRESAR? Mencía, serás la pezón del acuario de mi vida me dijo con seguridad mi querido Alberto.

«Si arreglas este motor, te paso mi puesto», soltó el jefe entre carcajadas. Teresa Hernández, a diferencia

Lola nunca fue necesitada por su madre, Juana, desde el primer día. La trataba como un objeto más del

Siempre recuerdo cómo mi abuela, la vieja Moria de la sierra, me advertía mientras me entregaba el legado

Luna, ¿pero cómo puedes? Todas las chicas de nuestro pueblo sueñan con ir a la capital, estudiar en la

Amigo, te cuento una historia que me ha estado rondando la cabeza. Es de finales de septiembre, y estábamos

El contratiempo en la casa de campo ¿Qué quiere, entonces? se sorprendió Lucía. ¿Qué puede necesitarse










