Author: Carmen Fernández
Era un día cualquiera en el hospital de la ciudad. En la recepción, el aire acondicionado zumbaba suavemente

Almudena estaba frente a la puerta desvencijada que anunciaba «Café Acojida». Las letras estaban torcidas

A las siete de la mañana, me desperté por los frenéticos ladridos de mi perro, que hacía lo imposible

Hoy fue un día que nunca olvidaré. Todo comenzó como una mañana cualquiera en el Hospital General de Madrid.

Querido diario, Hoy mi hijo, Carlos, entró en la cocina de nuestra casa en el barrio de Salamanca y

El niño llamó a la policía y dijo que sus padres estaban haciendo algo en la habitación: los agentes

A las siete de la mañana, me desperté de un ladrido desesperado de mi perro, que hacía lo imposible por

Mi mujer, Almudena, llegó al Hospital Universitario La Paz con nuestras tres recién nacidas y yo, Javier

Sonia estaba frente a la puerta desvencijada del local que anunciaba Café El Nido. Las letras estaban torcidas;

Hace muchos años, en un tranquilo barrio de Sevilla, sonó el teléfono en la comisaría. La llamada se




