Author: Carmen Fernández
Hubo un hombre en nuestra oficina. Bueno, decir “hombre” es poco, era un adulto de 36 años.

En nuestra oficina había un chico. Bueno, un chico… un hombre adulto de 36 años. Pero era especial.

Al terminar las obras decidimos celebrarlo con nuestros amigos. Para la barbacoa del sábado invitamos

-¡Os voy a quitar del medio a todos! ¡Bailaréis! – gritaba frenéticamente Laura, la mujer de mi hermano.

-¡Os voy a arruinar a todos! ¡Os vais a enterar! – gritaba enfurecida la esposa de mi hermano.

Mi esposa no estuvo mucho tiempo de baja por maternidad, no quería perder su empleo en el que ganaba bien.

¡Qué cruel es burlarse de la gente del campo! Terminé la carrera de economía y hace unos meses comencé

Lo que ocurrió fue que me fui al extranjero para ganar algo de dinero después de casarnos con María.

¡Qué crueldad burlarse de la gente del pueblo! Terminé mis estudios de economía y hace unos meses comencé

¡Qué afortunado! Le di una oportunidad a un niño sin hogar… ¡Hoy es estudiante universitario!
