¡Mira que tener un hijo a casi los cincuenta! ¿En qué estabas pensando? me reprochaban mis familiares

Mi hijastro desafió aquel refrán de que solo las madres de sangre merecen estar en primera fila.

Nieves se arrancaba los pelos para llegar a casa. Ya marcaba casi las diez de la noche y el cuerpo le

¿Ya estás esperando un bebé? preguntó Antonia, dejando el libro que apenas había leído sobre la mesa

Acepté cuidar a la hija de la vecina durante el fin de semana, pero pronto percibí que algo no marchaba

Pues a los cuarenta y cuatro años me toca rehacer la vida por completo se decía María mientras empacaba

De acuerdo, haremos la prueba de ADN le dije a mi suegra con una sonrisa. Y que su marido también se

¿Iñigo? exclamó Teresa Vázquez, mirando al vecino con asombro. ¿Estás en casa? Yo pensaba que estabas

Cuando la puerta crujió al abrirse, por un instante pensé que el espectro de un ayer había desfilado

Nunca amé a mi esposa y siempre se lo dije: la culpa no era de ella vivíamos bien. Me llamo Javier Mendoza










