La hermana de mi marido no quiso pagar la tarta que hice, aunque pago el importe total de su manicura

Recientemente conmigo ocurrió una historia no muy agradable, que mostró la verdadera cara de uno de mis familiares. La cosa es que ella tomó el dinero de mí, y cuando tartamudeó sobre el pago, me enviaron al infierno. Sin embargo, es mejor contarlo todo desde el principio.

Conseguí llevarme bien con la hermana de mi marido nada más conocernos. Luego se convirtió en una maestra de servicio de uñas y muy orgullosa de ello. Yo sólo iba con las uñas normales, así que decidí concertar una cita con ella para hacerme la manicura.

En aquel momento, mi cuñada era una principiante sin experiencia, pero confié en ella y no me arrepentí, porque el resultado salió como en la foto, simplemente perfecto. Y cuando llegó el momento de pagar, ella mostró sus tarifas y me cobró menos que otros clientes no quieren. El precio era adecuado, así que pagué sin más preguntas, aunque esperaba un pequeño descuento.

Con el tiempo, se puso las pilas, amplió su cartera de clientes y alquiló otro estudio, y yo seguí haciéndole las uñas, porque a pesar del aumento del coste de los servicios que prestaba, me parecía bien todo. Siempre me ofrecía ideas, me elegía colores si no me decidía por la elección, y en general era amable conmigo.

Unos años más tarde, empecé a hacer pasteles y bollería. Estaba de baja por maternidad y mi bebé ya había crecido, así que no necesitaba cuidados y supervisión las 24 horas del día. Además, los padres de mi marido y los míos intentaban constantemente llevarla de visita. Pero no me gusta estar todo el día deambulando, así que decidí que mi afición podía convertirse en un ingreso estable.

Un par de veces a la semana viene una asistenta a limpiar cada metro cuadrado, liberándome así de las tareas diarias. Gracias a ella, pasaba todo mi tiempo libre haciendo postres. Al principio no era perfecto, pero la paciencia y el trabajo lo superan todo. Un mes después presumí de mis primeros logros ante mi marido. Él me elogió, e inspirada aún más, empecé a trabajar con doble celo.

Al principio, daba mis productos a mis seres queridos para que los probaran. Estaban encantados y me pedían que hiciera algo más. Y luego empecé a encontrar mis primeros clientes que pagaban dinero de verdad por mis postres y dejaban buenas críticas. Y cuando una vez más acudí a mi cuñada para que me hiciera la manicura, me pidió que le hiciera una tarta enorme especialmente para ella.

-¿Puedes hacer uno como el de la foto?
-Hay muchos elementos y formas tridimensionales, y los ingredientes no son baratos, pero seguro que se me ocurre algo.
-Oh, muchas gracias. Estará listo para el viernes, ¿verdad?
-Creo que sí. Estoy corto de pedidos, así que tomaré tu pastel.

La mayoría de los pasteleros cobran al menos los ingredientes, pero al fin y al cabo no es una desconocida, así que pensé que mi cuñada me daría el importe total cuando recibiera el pedido en mano. Pasé casi veinticuatro horas en su pastel. Primero hice los bizcochos, luego el relleno y el glaseado, pero lo más difícil de todo fue hacer los detalles, con los que pasé varias horas.

Quedé satisfecha con lo que salió al final, y mi pariente no dejaba de elogiarme a mí y a mi talento.
-Eres un maestro de tu oficio, yo no habría hecho una tarta así, ¡gracias de nuevo!
-Yo también creo que ha quedado muy bien. Muy bien, déjame ver cuánto me debes.
-¿De qué estás hablando, no entiendo?
-El precio del pastel. No lo hice gratis.
-¿En serio vas a cobrarle a alguien cercano a ti ahora?
-¿Crees que he trabajado mucho y me he gastado un montón de dinero en ingredientes y que te lo voy a dar gratis? Además, me estás cobrando el precio completo de las uñas, y hasta te hice un descuento.
-¿Sabes acaso cuánto dinero se gasta en esmalte de uñas y en equipo y en el alquiler del estudio? Y tú has cogido un par de productos y has hecho un pastel con ellos. Entonces, ¿para qué estoy pagando?

Decidí no continuar la conversación, pero mi cuñada no recibió su pedido. Ahora piensa que soy una persona egoísta que no puede hacer nada bueno por sus familiares.

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La hermana de mi marido no quiso pagar la tarta que hice, aunque pago el importe total de su manicura